¿Quién fue Charles Bronson?
Datos | Información |
---|---|
Nombre completo | Charles Dennis Buchinsky |
Nombre artístico | Charles Bronson |
Nacimiento | 3 de noviembre de 1921, Ehrenfeld, Pensilvania (EE.UU.) |
Fallecimiento | 30 de agosto de 2003 (81 años), Los Ángeles, California (EE.UU.) |
Altura | 1,74 m |
Nacionalidad | Estadounidense |
Profesión | Actor |
Años activo | 1951 – 1999 |
Formación actoral | Pasadena Playhouse (California), y clases privadas con Frank Lloyd |
Familia | Casado con Jill Ireland (1968-1990, fallecida); antes con Harriet Tendler |
Hijos | 4 (entre ellos, hijos adoptivos con Jill Ireland) |
Otros datos | Exminero y veterano de la Segunda Guerra Mundial |
Biografía de Charles Bronson


Nació como Charles Dennis Buchinsky el 3 de noviembre de 1921 en Ehrenfeld, Pensilvania, un pueblucho minero del que nadie sale famoso… salvo él. Era el número once de quince hermanos (sí, quince), hijo de inmigrantes lituanos en plena América profunda, en una casa donde apenas se hablaba inglés y donde la pobreza no era una circunstancia: era el aire que se respiraba.
Su padre, Valteris P. Bučinskis, era minero de carbón, y su madre, Mary, se convirtió en viuda cuando Charles tenía diez años. Y con esa edad, Charles tuvo que empezar a trabajar en las minas de carbón del condado de Cambria para mantener a su familia hasta justo antes de alistarse en el ejército.
A los 16, fue el primer miembro de su familia que había terminado el instituto, y de ésta dura épcoa, recuerda en entrevistas que nunca olvidó el olor del carbón ni lo que significaba no tener ropa interior mientras era un niño. Si eso no forja carácter, nada lo hace.
Con 21 años tras alistarse fue a la Segunda Guerra Mundial, y en 1945 sirvió en la US Army Air Forces, como artillero de cola en un bombardero B-29, participando en misiones sobre Japón. Recibió una Medalla Púrpura tras ser herido en combate, y con las heridas de una guerra ganada —físicas y mentales— regresó a Estados Unidos.
Tras la guerra, gracias a la ayuda del gobierno para reintegrar a veteranos, llamada GI Bill, Bronson aprovechó para algo que parecía impensable para un exminero lituano con cara de malas pulgas: se matriculó en arte dramático.
Estudió en la Pasadena Playhouse, de donde han salido actores como Lee Marvin, Dustin Hoffman o más tarde Gene Hackman. Tomó clases con Frank Lloyd, director ganador de dos Oscar en 1929 y 1933. Y ahí, poco a poco, empezó a formarse uno de los hombres más duros que hemos conocido en el cine.
Carrera como actor
Charles Bronson llegó a Hollywood en los años 50, sin contactos, sin padrino y con una cara que parecía pedir directamente un western. Empezó como muchos: haciendo de extra, cargando cajas, apareciendo de fondo. En su debut, Esto es la marina (You’re in the Navy Now – 1951), donde compartió cartel —aunque no plano— con Gary Cooper. Su personaje ni hablaba pero no pasó desapercibido.
Durante años fue el tipo del fondo con mirada de hielo, con créditos minúsculos en películas como The Mob o El caso O’Hara (The People Against O’Hara – 1951), dirigida por John Sturges, quien más tarde se convertiría en uno de sus directores fetiche. Bronson aún firmaba con su apellido real, Buchinsky, algo que cambiaría en plena caza de brujas anticomunista para no parecer soviético.
Varias veces contó que eligió su nombre por una de las calles de los estudios donde trabajaba, cuando salía de trabajar veía el cartel de ‘Bronson Avenue‘, y voilà: Charles Bronson.
Sólo en 1952 trabajó en 8 películas (algunos actores han tenido menos filmografía), y algunas colaboraciones ya con monstruos de la pantalla, como en El cielo rojo de montana con Richard Widmark, o La impetuosa (Pat and Mike) con Katherine Hepburn y Spencer Tracy. Pero en todas ellas con papeles pequeños.
En 1953, apareció en Los crímenes del museo de cera (House of Wax), el clásico de terror dirigido por André de Toth, donde encarnó a un escultor mudo y asistente del perturbado Profesor Jarrod . La película tuvo un gran impacto en su época, ya que fue la primera película en color en 3D producida por un gran estudio de Hollywood.
André de Toth quedó tan contento que lo repitió en El vigilante de la diligencia (Riding Shotgun – 1954) y Ciudad en tinieblas (Crime Wave) del mismo año. En la primera su personaje Reb Jessup era uno de los villanos que participa en el complot para asaltar la diligencia, y aunque su papel seguía siendo muy secundario, ya tenía varias líneas de diálogo.
A partir de ahí, y combinado el cine con apariciones en televisión, fue ganando terreno con sus papeles: Apache y Vera Cruz las dos con Burt Lancaster, Tambores de guerra (Drum Beat) con Alan Ladd,fueron películas de 1954 en las que hacía de indio, tipo duro, soldado, pero ya se dejaba notar.
En Target Zero (1955) era un soldado en plena guerra de Corea, y en La justicia al acecho (Big House U.S.A.) interpretaba a un convicto brutal, en Jubal (1956), volvía a compartir planos con pesos pesados como Glenn Ford y Ernest Borgnine en un western psicológico sobre los celos y la amistad, y en Yuma (Run of the Arrow – 1957) se metía en la piel de un nativo americano.
Un año antes, en 1956, como muchos actores de la época que luego dieron el salto a la fama como Steve Mcqueen, participó en Alfred Hitchcock Presents, en los capítulos There Was an Old Woman y And So Died Riabouchinska.

En 1958 por fin su suerte empezó a cambiar, y Charles Bronson dejó de ser el tipo del fondo con cara de pocos amigos y personajes estereotipados. Ese tuvo su primer papel protagonista en Espías en el infierno (When Hell Broke Loose), un drama bélico donde interpretaba a un reportero del ejército estadounidense en la Alemania nazi. Y por partida doble ese mismo año también se calzó las botas del pistolero Clay Jordan en Showdown at Boot Hill, un western psicológico en el que hacía de cazarrecompensas. Dos papeles protagonistas en un año que le abrieron el camino para tener su propia serie.
De 1958 a 1960 fue el rostro principal de Man with a Camera (TV), donde daba vida a Mike Kovac, un fotógrafo freelance neoyorquino que se metía en líos de todo tipo para conseguir la foto perfecta. La serie tuvo 29 episodios y sirvió para dar a conocer su rostro en los hogares americanos, aunque aún faltaba ese empujón en el cine.
Y llegó, vino de la mano de John Sturges, quien lo había conocido en The People Against O’Hara y decidió recuperarlo para Cuando hierve la sangre (Never So Few, 1959). Allí compartió pantalla con Frank Sinatra, Gina Lollobrigida y Steve Mcqueen. Fue un papel pequeño de nuevo, pero esta era una oportunidad de gran escaparate que no podía dejar escapar para que los productores empezaran a mirarlo con otros ojos.
Años 60: Salto al estrellato
Y entonces, en 1960, llegó el disparo que cambió todo. Los siete magníficos (The Magnificent Seven), dirigida de nuevo por Sturges, fue su consagración como rostro imprescindible del western moderno. En ella interpretaba a Bernardo O’Reilly, un pistolero mestizo, mitad irlandés, mitad mexicano que se ganaba la confianza de los niños del pueblo, y al mismo tiempo lanzaba cuchillos con una maestría digna del circo.
El reparto fue de lujo: Yul Brynner, Steve Mcqueen, James Coburn, Robert Vaughn, Horst Buchholz, Brad Dexter y él. Siete nombres que aquel año fueron el éxito personificado. Cada uno con un personaje marcado por su estilo, carisma y habilidades.
La película triunfó sobre todo en Europa y Latinoamérica y consiguió una nominación al Osar por la memorable banda sonora de Elmer Bernstein. Fue el comienzo de una década gloriosa para el actor.
Además de seguir trabajando para televisión con episodios para The Twilight Zone, los papeles que recibía para el cine ya estaban en primera línea. Incluso llegó a trabajar con Elvis Presley en Piso de lona (Kid Galahad 1962) pero en esta época rodó algunas de las películas más destacadas de su filmografía, y con ellas, su ascenso definitivo al estatus de actor de culto:
- La gran evasión (The Great Escape, 1963): Dirigida por John Sturges, con quien ya había trabajado, y con un reparto que nada tenía que envidiar a Los siete magníficos; Steve Mcqueen, James Garner, Richard Attenborough, James Coburn. Narraba la historia de la fuga más grande de la historia. La película fue un éxito rotundo y uno de los grandes clásicos del cine bélico.
Bronson interpretó a Danny “el Rey del Túnel” Velinski, un prisionero polaco especialista en cavar túneles para escapar de los nazis. Silencioso, técnico, perseverante, y con claustrofobia, una condición irónicamente contradictoria para alguien que cava túneles… y que Bronson había vivido de verdad, debido a su infancia en las minas. - Propiedad condenada (1966): Bronson se unió a un reparto de lujo en This Property is Condemned, dirigida por un joven Sydney Pollack y basada en una obra de Tennessee Williams. La película, protagonizada por Natalie Wood y Robert Redford, exploraba los sueños rotos y la opresión social en un pequeño pueblo del sur durante la Gran Depresión. La cinta, con guión de Francis Ford Coppola, no tuvo el reconocimiento que merecía en su momento, pero hoy es considerada una joya olvidada del melodrama sureño
- Doce del patíbulo (The Dirty Dozen, 1967): Cuatro años después, volvió a las trincheras con otro clásico del cine bélico, esta vez con más pólvora, testosterona y tipos con problemas de autoridad. El reparto también obligó a rascarse el bolsillo a la productora: Lee Marvin, Ernest Borgnine, Telly Savalas, Donald Sutherland… y él, claro. Bronson interpretaba a Joseph Wladislaw, un convicto con mucha puntería y una vena moral que lo convertía en uno de los más humanos del grupo.
La película fue un fenómeno de taquilla y consolidó a Bronson como el tipo que siempre sobrevivía a todo, aunque le cayera encima medio ejército alemán.

- Los cañones de San Sebastián (1968): En ese mismo año, Bronson viajó a México para rodar esta coproducción con Francia, dirigida por Henri Verneuil y protagonizada por Anthony Quinn. Aquí hacía de Teclo, un forajido brutal, sucio, traicionero, que es justo lo contrario de sus papeles anteriores. Y aún así, te lo creías igual. Su versatilidad ya era incuestionable.
Y entonces, Sergio Leone.
Hasta que llegó su hora (Once Upon a Time in the West) no solo es su mejor película: es su consagración definitiva como leyenda del western europeo. Leone lo convirtió en “El Hombre de la Armónica”, un personaje mítico, sin nombre, sin pasado aparente, que solo aparece para ajustar cuentas… con música de Ennio Morricone sonando de fondo como si fueran campanas del juicio final.
La película es pura poesía visual: lenta, hipnótica, cruel y majestuosa. Una de las cimas del Spaghetti Western. Bronson, golpeó en el espectador con su personaje de Armónica, sin apenas palabras pero con una mirada que atravesaba a Henry Fonda, Claudia Cardinale y Jason Robards. Con esta película, Europa terminó de rendirse a sus pies. En Francia era directamente un dios. En España y México, su bigote era religión. Y en Hollywood… bueno, seguían sin entender cómo ese tipo tan inexpresivo arrastraba multitudes. Pero ahí estaba. Y no se iba a mover.
Años 70: el vengador implacable y la era del bigote justiciero
Los años 70 fueron los del cambio definitivo. Bronson pasó de ser el tipo callado con mirada penetrante a convertirse en un símbolo de la justicia por cuenta propia, de la violencia como respuesta al caos urbano, y del cine de acción sin remordimientos.
En 1971 protagonizó Sol rojo (Red Sun), un western atípico dirigido por Terence Young, en el que compartía protagonismo con Alain Delon y Toshirô Mifune (menudo batido, Bronson, un samurái y el galán francés por excelencia en la misma película). Hacía de Link Stuart, un forajido traicionado que acaba formando una extraña alianza con un samurái para recuperar una katana imperial. La película fue una mezcla de géneros que sorprendentemente funcionó.
Un año después, en 1972, llegó una de sus mejores colaboraciones con el director Michael Winner: Fríamente… sin motivos personales (The Mechanic), donde interpretaba a Arthur Bishop, un asesino a sueldo meticuloso y solitario, que entrena a un joven aprendiz (Jan-Michael Vincent). Un film tenso, frío y violento con un Bronson que se estaba encontrando así mismo, ofreciendo una interpretación muy creíble.
Pero si hay una película que lo definió ante el gran público fue, sin duda, El justiciero de la ciudad o El vengador anónimo como se la conoció en latinoamérica (Death Wish, 1974). Aquí, de nuevo con Michael Winner, daba vida a Paul Kersey, un arquitecto de Nueva York que, tras el asesinato de su esposa y la violación de su hija, se convierte en un vigilante urbano armado.

La película toma el arquetipo de Clint Eastwood en Harry el sucio (Dirty Harry, 1971) , y lo transforma en un hombre corriente, sin placa y sin recursos que apretaba el gatillo sin pestañear… pero que consiguió un gran éxito de taquilla y acabó definiendo sus personajes para el resto de su carrera.
Tal fue el impacto que la cinta tuvo cuatro secuelas:
- Death Wish II (1982)
- Death Wish 3 (1985)
- Death Wish 4: The Crackdown (1987)
- Death Wish V: The Face of Death (1994)
Todas más salvajes, exageradas y cargadas de justicia callejera a medida que avanzaban los años 80. Y en todas, su bigote inconfundible y su revólver hicieron de la saga un género en sí mismo.
Gracias a El justiciero de la ciudad se convirtió en uno de los actores mejor pagados de Hollywood, con un caché de 1 millón de dólares por película, aunque había otras estrellas con salarios más altos como Marlon Brando o Steve McQueen, Bronson se mantenía en la cima gracias a su popularidad internacional y a su capacidad para atraer al público sin grandes campañas publicitarias ni presupuestos millonarios.
En 1975, pudo salirse de ese nuevo arquetipo y dar una de sus interpretaciones más puras y mejor valoradas por la crítica. Trabajó con Walter Hill en El luchador (Hard Times), una joya de cine independiente junto a su amigo James Coburn ambientada en el año 1933 en plena crisis económica tras el crack del 29. Bronson interpreta a Chaney, un boxeador callejero que gana dinero en peleas ilegales. Sin apenas diálogos, construye un personaje lleno de honor, contención y fuerza.

Y es que durante esta década, sus roles se fueron endureciendo, y el cine que protagonizaba fue girando hacia el thriller urbano, la acción pura y el vigilante solitario. La contención emocional de sus primeros años se convirtió en una frialdad letal. El western mutó en venganza. Y el héroe trágico se volvió implacable. Bronson se había convertido en sinónimo de justiciero solitario.
Al final de los 70, ya estaba completamente asociado a este género, y eso marcaría su entrada en los 80, donde la acción se volvería aún más excesiva, la producción más modesta y las balas mucho más baratas.
Años 80 y 90: acción en piloto automático y una carrera que se apaga con dignidad
Los años 80 arrancaron con Bronson convertido ya en símbolo internacional del cine de acción. Su imagen estaba consolidada: bigote imperturbable, Smith & Wesson y moral inflexible. Y aunque el personaje de Paul Kersey siguió ocupando buena parte de la década, Bronson también rodó otras cintas fuera del universo Death Wish.
Una de las más destacadas fue Caza salvaje (The Ad Hunt, 1981), dirigida por Peter Hunt y coprotagonizada por Lee Marvin. La premisa era simple pero efectiva: dos hombres son perseguidos por un grupo de sádicos durante una supuesta expedición de caza en lo profundo del bosque canadiense. Bronson encarnaba a un guía indígena con un pasado oscuro y Marvin a su cliente, un ejecutivo que pronto descubrirá que lo que está en juego es la vida, no un trofeo.
La película es cruda, directa y, sin grandes artificios, recupera algo del Bronson más físico, más instintivo y más primitivo. Una especie de regreso a la supervivencia, lejos del asfalto de Nueva York.
Los años 80 fue una década para héroes de acción con más músculo y carisma donde reinaron Schwarzenegger y Stallone, y Bronson se fue quedando relegado a la liga del videoclub junto a otros actores del subgénero como Chuck Norris, pero con una legión de fans que adoraban sus papeles de Justiciero.
Durante estos años, y buena parte de los 90 trabajó en una combinación de thrillers de bajo presupuesto, producciones de Cannon Films y títulos que pasaban directamente por las salas de televisión de medio mundo. Algunas de las más conocidas de esta etapa fueron El guardaespaldas de la primera dama (Assassination – 1987), Mensajero de la muerte (Messenger of Death – 1988) o Kinjite: Prohibido en Occidente (1989), donde interpretaba variaciones del mismo arquetipo.
Su última aparición en el cine fue en 1994, con Death Wish V: Venganza personal, cerrando la saga de Paul Kersey con una despedida amarga pero coherente con todo lo anterior. Aunque tuvo alguna aparición más en televisión, el último casquillo del actor ya había caído al suelo.
Con más de 90 películas a sus espaldas, Charles Bronson se retiró del cine en silencio, sin grandes ruedas de prensa ni homenajes en vida. Hizo lo suyo y dejó su sello en una carrera envidiable para muchos y llena de éxitos y personajes con carácter irrepetibles.
Vida personal
Aunque en pantalla parecía no necesitar a nadie, Charles Bronson tuvo una vida familiar bastante estable… a su manera. Se casó por primera vez con Harriet Tendler, también de origen humilde, a la que conoció cuando ambos estudiaban arte dramático en Filadelfia. Tuvieron dos hijos, pero la fama, los rodajes y alguna que otra infidelidad minaron el matrimonio, y acabaron divorciándose en 1965.

En 1968 se casó con la actriz Jill Ireland, con la que formó una de las parejas más icónicas del Hollywood setentero. Se conocieron cuando ella aún estaba casada con David McCallum (sí, Illya Kuryakin de The Man from U.N.C.L.E.), pero la chispa entre Bronson e Ireland fue inmediata. Se casaron ese mismo año y trabajaron juntos en más de 15 películas. También criaron una familia numerosa, con hijos biológicos y adoptados.
Jill Ireland fue diagnosticada de cáncer en los 80 y Bronson estuvo a su lado durante toda la enfermedad, hasta su fallecimiento en 1990. Tras su muerte, él quedó devastado, aunque años después se casaría de nuevo con Kim Weeks, una actriz menor que él con la que pasó sus últimos años.
En sus últimos años de vida, Bronson se retiró del cine y de la vida pública. Sufrió problemas de salud, incluida la enfermedad de Alzheimer, y murió el 30 de agosto de 2003, a los 81 años, en Los Ángeles. Su funeral fue privado. Como era él: sin ruido, sin gestos, sin necesidad de aplausos.
Películas de Charles Bronson
Hemos separado las películas estrenadas en cine y los telefilmes y series de televisión. Si estás interesado en conocer la extensa filmografía del actor despliega los títulos en en enlace inferior.
Desplegar para ver la filmografía completa
Películas para el cine
Título en español | Título original | Año de estreno |
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El poder invisible | The Mob | 1951 |
El caso O’Hara | The People Against O’Hara | 1951 |
¡Esto es la marina! | You’re in the Navy Now | 1951 |
Battle Zone | Battle Zone | 1952 |
Bloodhounds of Broadway | Bloodhounds of Broadway | 1952 |
Correo diplomático | Diplomatic Courier | 1952 |
My Six Convicts | My Six Convicts | 1952 |
Fabricante de campeones | Off Limits | 1952 |
La impetuosa | Pat and Mike | 1952 |
Cielo rojo de Montana | Red Skies of Montana | 1952 |
Torpedo Alley | Torpedo Alley | 1952 |
Los crímenes del museo de cera | House of Wax | 1953 |
La bella del Pacífico | Miss Sadie Thompson | 1953 |
The Clown | The Clown | 1953 |
Apache | Apache | 1954 |
Ciudad en tinieblas | Crime Wave | 1954 |
Tambores de guerra | Drum Beat | 1954 |
El vigilante de la diligencia | Riding Shotgun | 1954 |
Tennessee Champ | Tennessee Champ | 1954 |
Vera Cruz (Veracruz) | Vera Cruz | 1954 |
La justicia al acecho | Big House U.S.A | 1955 |
Target Zero | Target Zero | 1955 |
Jubal | Jubal | 1956 |
Yuma | Run of the Arrow | 1957 |
Gang War | Gang War | 1958 |
La ley de las armas | Machine Gun Kelly | 1958 |
Showdown at Boot Hill | Showdown at Boot Hill | 1958 |
Espías en el infierno | When Hell Broke Loose | 1958 |
Cuando hierve la sangre | Never So Few | 1959 |
Los siete magníficos | The Magnificent Seven | 1960 |
Fort Comanche | A Thunder of Drums | 1961 |
El amo del mundo | Master of the World | 1961 |
X-15 | X-15 | 1961 |
Piso de lona | Kid Galahad | 1962 |
Cuatro tíos de Texas | 4 for Texas (Four for Texas) | 1963 |
La gran evasión (El gran escape) | The Great Escape | 1963 |
La batalla de las Árdenas | Battle of the Bulge | 1965 |
Las pistolas del diablo | Guns of Diablo | 1965 |
Castillos en la arena | The Sandpiper | 1965 |
Propiedad condenada | This Property is Condemned | 1966 |
Doce del patíbulo | The Dirty Dozen | 1967 |
Adiós, amigo | Farewell, Friend | 1968 |
Hasta que llegó su hora (Erase una vez el oeste) | Once Upon a Time in the West | 1968 |
Los cañones de San Sebastián | Guns for San Sebastian | 1968 |
Villa Cabalga | Villa Rides | 1968 |
Ciudad violenta | The Family | 1970 |
Los compañeros del diablo | Cold Sweat | 1970 |
El pasajero de la lluvia | Rider on the Rain | 1970 |
Twinky | Twinky | 1970 |
Bajo cualquier bandera | You Can’t Win ‘Em All | 1970 |
Alguien detrás de la puerta | Someone Behind the Door | 1971 |
Sol rojo | Red Sun | 1971 |
Chato, el apache | Chato’s Land | 1972 |
Fríamente… sin motivos personales | The Mechanic | 1972 |
Los secretos de la Cosa Nostra | The Valachi Papers | 1972 |
América violenta | The Stone Killer | 1973 |
Caballos salvajes | Chino – The Valdez Horses | 1973 |
El justiciero de la ciudad (El vengador anónimo) | Death Wish | 1974 |
Mr. Majestyk | Mr. Majestyk | 1974 |
Nevada Express | Breakheart Pass | 1975 |
Fuga suicida | Breakout | 1975 |
El luchador | Hard Times | 1975 |
Sucediò entre las 12 y las 3 | From Noon Till Three | 1976 |
El temerario Ives | St. Ives | 1976 |
Teléfono | Telefon | 1977 |
El desafío del búfalo blanco | The White Buffalo | 1977 |
Amor y balas | Love and Bullets | 1978 |
A veinte millas de la justicia | Borderline | 1980 |
Caboblanco (Cabo Blanco) | Caboblanco | 1980 |
Caza salvaje | Death Hunt | 1981 |
Yo soy la justicia (El vengador anónimo II) | Death Wish II | 1982 |
Al filo de la medianoche | 10 to Midnight | 1983 |
Justicia salvaje | The Evil That Men Do | 1984 |
El justiciero de la noche (El vengador anónimo III) | Death Wish 3 | 1985 |
La ley de Murphy | Murphy’s Law | 1986 |
El guardaespaldas de la primera dama | Assassination | 1987 |
Yo soy la justicia II (El vengador anónimo IV: El regreso del justiciero) | Death Wish 4: The Crackdown | 1987 |
Mensajero de la muerte | Messenger of Death | 1988 |
Kinjite: Prohibido en occidente | Kinjite: Forbidden Subjects | 1989 |
Extraño vínculo de sangre | The Indian Runner | 1991 |
Venganza personal (El vengador anónimo V: La cara de la muerte) | Death Wish V: The Face of Death | 1994 |
Telefilmes y series de televisión
Título en español | Título original en Inglés | Año de estreno |
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Studio One | Act of Vengeance | 1948 |
Four Star Playhouse | The Sea Wolf | 1952 |
The Doctor | Yes Virginia, There Is a Santa Claus | 1952 |
The Witness | Studio One | 1953 |
General Electric Theater | Donato and Daughter | 1953 |
Alfred Hitchcock presenta: Y así murió Riabouchinska | General Electric Theater | 1956 |
Alfred Hitchcock presenta: Érase una vez una anciana | Four Star Playhouse | 1956 |
Telephone Time | The Doctor | 1956 |
El pistolero de San Francisco | Telephone Time | 1957 |
Sugarfoot | Medic | 1957 |
Suspenso | The Witness | 1957 |
Man with a Camera | Alfred Hitchcock presents: And so died Riabouchinska | 1958 |
U.S. Marshal | Alfred Hitchcock presents: There was an old woman | 1958 |
Hennesey | Have Gun – Will Travel | 1959 |
Man with a Camera: The Killer | Sugarfoot | 1959 |
La dimensión desconocida | Suspicion | 1959 |
Los acuanautas | U.S. Marshal | 1960 |
La nueva generación | The Twilight Zone | 1961 |
La dimensión desconocida: Dos | Man with a Camera | 1961 |
Imperio | Man with a Camera: The Killer | 1962 |
Los viajes de Jaimie McPheeters | Hennesey | 1963 |
Los malditos | The Aquanauts | 1967 |
Huellas de fuego | The Bull of the West | 1971 |
Brigada antisecuestro | Raid on Entebbe | 1976 |
Acto de venganza | Act of Vengeance | 1986 |
Virginia y Santa Claus | Yes Virginia, There Is a Santa Claus | 1991 |
En el punto de mira | Donato and Daughter | 1993 |
El lobo de mar | The Sea Wolf | 1993 |
Curiosidades sobre Charles Bronson
- Había trabajado en más de 90 películas, pero nunca recibió una nominación al Oscar ni a los Globos de Oro. A él le daba igual. Una vez le preguntaron por los premios y dijo: “Yo no compito. Solo hago lo mío”.
- Además de ser uno de los actores mejor pagados del mundo en los años 70. En Europa era una estrella de culto, especialmente en Francia, donde lo consideraban un icono de la virilidad silenciosa. Pero también en México o Argentina era venerado.
- Nunca fue amante de la vida social de Hollywood. Rara vez daba entrevistas, era conocido por su trato seco con los periodistas, evitaba las fiestas y prefería la vída familiar.
- Le gustaba la carpintería. Lejos del estereotipo de estrella de Hollywood, Bronson prefería pasar su tiempo libre restaurando casas antiguas. Tenía una granja del siglo XVIII en Vermont, donde se dedicaba a buscar antigüedades como el caballo de carrusel que compró para su hija, o decorar con objetos únicos y disfrutar de la tranquilidad del campo. Su idea de felicidad era una herramienta, una casa vieja y silencio para trabajar.
- En Japón, lo convirtieron en imagen de whisky y colonias como la marca Mandom, y en Italia protagonizó campañas de televisión en los 80. Sus anuncios fueron un fenómeno en Japón y ayudaron a consolidar su imagen como símbolo de virilidad internacional. Era más que una estrella: era una marca en sí mismo.
Premios y nominaciones
Pese a su enorme popularidad, Charles Bronson no fue un actor premiado por la industria estadounidense, pero recibió algunos reconocimientos.
Organismo y año | Resultado |
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Walk of Fame (1980) | Estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood |
Golden Boot Awards (1996) | Galardonado |
¿Por qué recordaremos a Charles Bronson?
Charles Bronson no era actor de lágrimas, ni de discursos, ni de premios. Era un hombre forjado en las minas, en la guerra, en los márgenes de Hollywood. Nunca interpretó papeles complejos en el sentido académico, pero lo que hacía, lo hacía como nadie. Con presencia. Con silencio. Con amenaza contenida. Fue el rostro de la venganza, el cuerpo de la justicia callejera y el alma de ese tipo de cine que no necesita excusas.
Mientras otros buscaban aplausos, él buscaba la salida más rápida… y si podía ser por la puerta de atrás, mejor.
Charles Bronson no se despidió. Solo se fue. Y el eco de su armónica todavía suena.
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