Cuando pensamos en un western clásico, probablemente nos vienen a la cabeza imágenes de tipos duros, duelos al sol, sombreros polvorientos y miradas más intensas que un lunes por la mañana. Pero «Dos hombres y un destino» («Butch Cassidy and the Sundance Kid») decidió que todo eso estaba muy bien… pero que añadir un toque de carisma desbordante y humor socarrón no le haría daño a nadie. Y vaya si acertaron.
Estrenada en 1969 y dirigida por George Roy Hill, esta película redefinió el western tradicional y lo modernizó, mezclando acción, comedia, y un romance legendario que convirtió a Paul Newman y Robert Redford en una de las parejas cinematográficas más icónicas de todos los tiempos. Aquí no hablamos solo de tiros y caballos; hablamos de encanto, diálogos afilados y una banda sonora que incluye la inolvidable «Raindrops Keep Fallin’ on My Head«, porque ¿quién dijo que los forajidos no pueden tener sus momentos musicales?
Datos de producción
Dato | Información |
---|---|
Género | Western |
Director | George Roy Hill |
Actores principales | Paul Newman, Robert Redford, Katharine Ross |
Guion | William Goldman |
Compositor | Burt Bacharach |
Año de estreno (EEUU) | 23 de octubre de 1969 |
Año de estreno (España) | 3 de abril de 1970 |
Recaudación mundial | 102,3 millones de dólares |
El casting: ¿Cómo se juntó esta dupla mágica?
El camino para reunir a Paul Newman y Robert Redford no fue precisamente un paseo por el salvaje oeste. Al principio, el papel de Sundance Kid estaba destinado a Steve McQueen, pero las diferencias salariales hicieron que se bajara del caballo. Y menos mal, porque esto permitió que Redford, que en ese momento no era más que una joven promesa, entrara en escena.
Paul Newman ya era una superestrella, y había trabajado anteriormente con el director George Roy Hill, así que su presencia era la garantía de calidad que el estudio buscaba. Pero juntar a Redford fue una apuesta arriesgada… que resultó ser un tiro certero. La química entre ambos actores fue tan natural y electrizante que traspasó la pantalla, hasta el punto de que cuesta imaginar a cualquier otra pareja en esos papeles.
Sinopsis (sin spoilers)
La película sigue las andanzas de Butch Cassidy (Paul Newman), un encantador ladrón de bancos, y su inseparable amigo Sundance Kid (Robert Redford), un pistolero tan letal como carismático. Juntos lideran el «Hole-in-the-Wall Gang», una banda de forajidos especializada en asaltar trenes y bancos con una elegancia que ni los ladrones de guante blanco.
Pero claro, tanta fiesta no podía durar para siempre. Tras un golpe que sale peor que un lunes sin café, la dupla se ve perseguida por un grupo de implacables cazadores de recompensas, lo que los obliga a replantearse su futuro. ¿La solución? Huir a Bolivia. Porque, ¿dónde si no iba a ser?
Lo que sigue es una combinación perfecta de persecuciones, tiroteos y diálogos chispeantes, todo envuelto en un halo de melancolía sobre el ocaso del viejo oeste.
Crítica cinematográfica
«Dos hombres y un destino» no es solo un western más; es el western que decidió que la diversión y la reflexión podían coexistir en el mismo plano. George Roy Hill utiliza cada plano para desmontar el mito del forajido heroico, mostrándonos a dos criminales que, lejos de ser villanos despiadados, son tipos con principios… más o menos.
El guion de William Goldman —que, por cierto, ganó el Oscar— es una joya. Los diálogos son rápidos, inteligentes y llenos de ese humor sarcástico que convierte cada conversación entre Butch y Sundance en un duelo verbal tan tenso como cualquier tiroteo.
La fotografía de Conrad L. Hall es otro nivel. Cada toma de los vastos paisajes del oeste americano parece sacada de una postal, capturando la belleza desoladora de un mundo que se desvanece poco a poco. La luz, los colores terrosos, la forma en que filma las persecuciones… todo contribuye a la sensación de que estamos viendo el último capítulo de una era.
Pero lo que realmente eleva esta película a la categoría de clásico atemporal es la dinámica entre Paul Newman y Robert Redford. Newman, con su sonrisa pícara y sus respuestas ingeniosas, equilibra a la perfección la intensidad silenciosa de Redford. Juntos, no solo interpretan a Butch y Sundance; son Butch y Sundance.
Por otro lado, la banda sonora de Burt Bacharach añade un toque inusual para un western. «Raindrops Keep Fallin’ on My Head» puede parecer una elección extraña para una película de forajidos, pero esa escena en bicicleta es simplemente inolvidable: absurda, entrañable y brillante.
Curiosidades del rodaje
Como todo gran clásico, el rodaje de «Dos hombres y un destino» está lleno de anécdotas tan jugosas como un filete en una parrilla del salvaje oeste. Aquí van algunas perlitas:
- ¿Paul Newman en bicicleta? La icónica escena de Butch paseando en bicicleta con Etta mientras suena «Raindrops Keep Fallin’ on My Head» no iba a ser protagonizada por Newman. De hecho, contrataron a un doble para las acrobacias… pero Newman, en un arrebato de orgullo, decidió que podía hacerlo él mismo. Resultado: se cayó unas cuantas veces, pero la escena salió perfecta. La clase, o se tiene o no se tiene.
- Redford y su miedo a los caballos: Aunque interpreta a un hábil pistolero y jinete, Robert Redford no era precisamente amigo de los caballos. Parece que su relación con estos animales fue más tensa que la persecución de los cazadores de recompensas en la película.
- Improvisación de alto nivel: Muchas de las frases más icónicas del filme fueron improvisadas. El diálogo «¿Quiénes son esos tipos?» repetido una y otra vez por Butch y Sundance mientras huyen, refleja el desconcierto real de los actores, que no sabían exactamente qué harían sus personajes a continuación. Pura magia.
- El título alternativo que nunca fue: La película casi se titula «The Sundance Kid and Butch Cassidy» para aprovechar el tirón del personaje de Redford. Sin embargo, Newman tenía más caché, así que… ya sabes quién ganó el duelo.
Estas curiosidades no solo añaden un toque humano a este western legendario, sino que refuerzan por qué sigue siendo una obra atemporal. Al final, como los grandes clásicos, «Dos hombres y un destino» es el resultado de talento, química y un poco de caos controlado
Conclusión
En resumen, «Dos hombres y un destino» es mucho más que una película del oeste. Es una oda a la amistad, un adiós melancólico a una época que se acaba y una obra maestra que combina aventura, comedia y drama de una manera casi perfecta. Si aún no la has visto, ¿a qué esperas? Y si ya la viste, pues nunca está de más volver a cabalgar con Butch y Sundance.
Solo una advertencia: después de verla, es posible que quieras comprarte un sombrero vaquero y una bicicleta. No digas que no te lo advertí.
Nominaciones y premios
Premio | Categoría | Resultado |
Premios Oscar (1970) | Mejor guion original | Ganador |
Premios Oscar (1970) | Mejor fotografía | Ganador |
Premios Oscar (1970) | Mejor banda sonora original | Ganador |
Premios Oscar (1970) | Mejor canción original («Raindrops Keep Fallin’ on My Head«) | Ganador |
Premios Oscar (1970) | Mejor película | Nominado |
Premios Oscar (1970) | Mejor director | Nominado |
Premios Oscar (1970) | Mejor actor secundario (Robert Redford) | Nominado |
Globos de Oro (1970) | Mejor película – Drama | Nominado |
Globos de Oro (1970) | Mejor director | Nominado |
BAFTA (1970) | Mejor actor extranjero (Paul Newman) | Ganador |
BAFTA (1970) | Mejor actor extranjero (Robert Redford) | Ganador |
BAFTA (1970) | Mejor actriz secundaria (Katharine Ross) | Ganadora |
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