Poster de la película británica Darling de 1965

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En pleno Swinging London, cuando la moda dictaba titulares y la juventud londinense jugaba a cambiar el mundo entre minifaldas y sarcasmo, apareció Darling (1965). Dirigida por John Schlesinger, esta película retrata como pocas la superficialidad de la alta sociedad y los espejismos de la fama. Y lo hace a través de Julie Christie, que como Diana Scott fue moderna, cruel, magnética y frágil en una misma mirada.

Ganó el Oscar a Mejor Actriz y convirtió a Christie en icono cultural, pero no fue una muñeca en un escaparate, era el espejo incómodo de una generación que corría demasiado deprisa.


Ficha técnica de Darling

DatosInformación
Título en EspañaDarling
Título originalDarling
Año de estreno1965 (EE.UU. / Reino Unido) 
GéneroDrama, sátira social
DirectorJohn Schlesinger
Actores principalesJulie Christie, Dirk Bogarde, Laurence Harvey, Roland Curram
GuionFrederic Raphael
CompositorJohn Dankworth
PaísReino Unido
Duración128 minutos
Estudios / ProductoraJoseph Janni Productions / Anglo-Amalgamated
Presupuesto1,25 millones de libras aprox.
Recaudación mundialMás de 7 millones de dólares

Datos de producción

John Schlesinger, que ya había retratado a la juventud británica en Billy el embustero (Billy Liar), se propuso con Darling diseccionar el nuevo Londres que se vendía al mundo como modernidad absoluta.

La idea original fue del productor Joseph Janni, un italiano afincado en Inglaterra que ya había trabajado con Schlesinger en Billy el embustero, Janni quería hacer una película que retratase el Londres moderno, la explosión de la moda, la publicidad, la prensa, las nuevas formas de relacionarse y el espejismo del éxito fácil.

Para dar forma a esa idea llamó a Frederic Raphael, un guionista británico con formación intelectual sólida y muy buena pluma para el diálogo mordaz. Pero no trabajó solo, y aunque firmó en solitario y ganó el Oscar a Mejor Guion Original, el guion fue moldeado en todo momento por la interacción con Janni y Schlesinger

La banda sonora fue compuesta por John Dankworth, jazzista británico de renombre  y figura clave de la música moderna inglesa de los 60. Su estilo está muy presente en la partitura: jazz urbano, ritmos sincopados, pasajes de swing ligero y un aire sofisticado que refleja perfectamente la atmósfera del Swinging London.

Schlesinger pidió a Dankworth una música que no fuera melosa ni romántica, sino “moderna y un poco incómoda”. El compositor construyó entonces un score urbano, con vientos, percusión ligera y atmósfera cool, que envuelve a Diana Scott como si siempre estuviera en un anuncio.

Reparto de Darling

Julie Christie como Diana Scott

Para dar vida a Diana eligió a su reciente musa todavía desconocida, Julie Christie, que todavía no había despegado, aunque ese mismo año gracias a su Oscar y su papel de Lara en Doctor Zhivago ya no pasaría más desapercibida.

El papel de Robert Gold, el periodista intelectual y desencantado, recayó en Dirk Bogarde, que ya era toda una estrella en el Reino Unido. En contraste, Laurence Harvey encarnaba a Miles Brand, un publicista manipulador que era un tiburón de la alta sociedad londinense: elegante y calculador con un magnetismo algo envenenado. Schlesinger lo eligió para el papel por encajar con arquetipos que ya había interpretado.

Los dos personajes orbitaban alrededor de Diana Scott, que era el satélite brillante y peligroso.

Dónde se rodó Darling

Schlesinger quería capturar el movimiento cultural en su propio hábitat, sin decorados artificiales, por eso, gran parte de la película se filmó en localizaciones reales de Londres, con paradas en París y Roma, y un viaje a la isla de Capri para coronar el tono cosmopolita. Los interiores más complejos se recrearon en los Shepperton Studios, donde la producción encontró calma entre tanto ajetreo urbano.

El resultado es un retrato casi documental de la alta sociedad sesentera, con la cámara de Kenneth Higgins asomándose en boutiques, pubs ribereños o aeropuertos que eran más protagonistas que los propios actores. 

Cuando la trama viaja por el viejo continente, la película respira aún más lujo vacío: desde un palazzo romano usado para el rodaje del famoso anuncio de “The Happiness Girl”, momento icónico de la película, hasta las plazas soleadas de Capri, convertidas en escaparate de un glamour tan atractivo como efímero.

La siguiente tabla recoge un mapa esencial de escenas y localizaciones:

Escena / momentoLocalización Notas
Compras y ambiente “posh”Fortnum & Mason, 181 Piccadilly (Londres)Diana Scott de escaparate en escaparate, símbolo del nuevo consumismo chic.
Exteriores corporativos / publicidadGreat West Road, Brentford (Computer House y Turriff Building)Oficinas de estilo moderno, Londres se hacía “business cool”.
Conversación en un jardín urbanoChurch of the Immaculate Conception (Farm Street), MayfairUno de los respiros más íntimos entre Diana y Robert.
Ribera del Támesis y pubStrand-on-the-Green, The Bull’s Head (Chiswick)Una de las escenas más veristas, con humo de pubs y vida real de fondo.
Piso de Robert Gold (Dirk Bogarde)South End Road, Hampstead (Jasper House / Belsize Park)Zona bohemia, reflejo de la intelectualidad londinense.
Oficinas en la CityPaternoster Square – Sudbury House (demolida)Entrada a la City, símbolo de poder y distancia.
Viajes / desenlaceHeathrow AirportEl aeropuerto como símbolo de desarraigo moderno.
Rodaje del anuncio “The Happiness Girl”Palazzo cerca de RomaEscenario de lujo decadente, con Christie convertida en icono publicitario.
Etapa jet setCapri (Piazza Umberto I, Marina Grande, Villa Jovis, Anacapri)Italia como postal, con Christie convertida en diva cosmopolita.

Fuentes: reelstreets.com, movie-locations.com


Sinopsis: Argumento

Diana Scott (Julie Christie) es una modelo joven, ambiciosa y sin rumbo moral que va escalando en la sociedad londinense de los años 60. Se enamora de un periodista serio y casado (Dirk Bogarde), se deja tentar por un publicista arrogante (Laurence Harvey) y acaba convertida en el símbolo de un mundo donde la belleza es moneda de cambio.

Pero detrás del glamour, Diana es un personaje vacío, atrapada en una búsqueda constante de felicidad que nunca llega. Su ascenso social se convierte en un descenso vital.


Crítica de Darling

Darling es cine clásico modernista, el cine británico ya se estaba dejando llevar por corrientes europeas y  John Schlesinger, era uno de esos autores que gustaban de manejar la cámara con intención punzante.  Aquí dirige con bisturí, desmontando la frivolidad de la moda y el consumismo con imágenes llenas de ironía: cócteles elegantes donde nadie escucha, anuncios publicitarios más falsos que un retrato de Andy Warhol y viajes de lujo que solo destilan soledad.

La interpretación de Julie Christie es tan humana como magistral. Diana Scott no es un personaje “agradable”, aunque seductora y rodeada de lujos, es superficial, cruel y en contrapunto también vulnerable. Christie consigue que la odiemos y empaticemos con ella por partes iguales. Ganó el Oscar a Mejor Actriz por dar vida a una mujer que encarnaba a toda una época y un movimiento cultural de clases medias-altas elitistas lleno de frivolidad, un mundo brillante en la superficie pero profundamente vacío.

Aunque Christie se lleva todos los aplausos por la cinta, Dirk Bogarde ofrece uno de sus papeles más sólidos, ganó el premio al mejor actor en Reino Unido, y Laurence Harvey también es tremendamente convincente.

La fotografía de Kenneth Higgins (nominada al Oscar) unía estética de moda y realismo documental. Diana aparece bañada en una luz impecable, con encuadres calculados para reforzar su rol de modelo y producto publicitario y juega con espejos, cristales y superficies brillantes, subrayando la idea de que la protagonista vive rodeada de proyecciones y duplicaciones de sí misma.

Diana, a pesar de su fama, se siente sola y olvidada

Darling funciona como sátira, pero también como drama humano cuyas lacras hoy en día siguen persiguiendo a la juventud aspiracional que se encuentra con la misma soledad y vitrinas de cristal vacías tras buscar el reconocimiento. En cierto modo, Diana Scott anticipa a muchos jóvenes de hoy, influencers con vidas perfectas en la pantalla y huecos dolorosos en la realidad. 

Una película indispensable para estudiar el cine británico de la época y los nuevos autores que poco después dominarían Hollywood.


Recepción crítica en su época

La película fue recibida con entusiasmo en 1965. La crítica británica la consideró un retrato valiente de su tiempo, mientras que en Estados Unidos fue vista como un filme sofisticado, distinto a lo que Hollywood producía entonces y consolidó la presencia del cine británico en los premios de la Academia del Cine.

Fue una de las películas con más nominaciones del año, hasta seis, de las cuáles ganó tres, Mejor Actriz, Mejor Guión Original y Mejor Vestuario, de lo que hablaremos más adelante. Pero además del Oscar Christie se coronó como Mejor Actriz Británica (BAFTA), y la película arrasó en festivales y asociaciones de críticos.


Recepción del público y taquilla

Julie Christie y Roland Curram posando frente a una cámara

Aunque no fue un blockbuster, Darling fue un éxito sorprendente para un drama británico. Recaudó más de 7 millones de dólares a nivel mundial, multiplicando por seis su presupuesto.

En Reino Unido se convirtió en fenómeno cultural, especialmente entre la gente jóven londinense que veía reflejados sus excesos y en Estados Unidos también funcionó con fuerza. Sin embargo en España, Argentina o México, donde también se estrenó, pasó más desapercibida entre superproducciones, y es buen momento para reivindicar que así como otras películas han perdido con el tiempo valor en su mensaje o en sus historias, mucho del drama humano que nos cuenta la película de Schlesinger sigue hoy vigente.


Premios y nominaciones

Organismo (año)CategoríaResultado
Oscar (1966)Mejor PelículaNominada
Oscar (1966)Mejor Dirección – John SchlesingerNominado
Oscar (1966)Mejor Actriz Principal – Julie ChristieGanadora
Oscar (1966)Mejor Guion Original – Frederic RaphaelGanador
Oscar (1966)Mejor Vestuario (B/N) – Julie HarrisGanadora
Globos de Oro (1966)Mejor Dirección – John SchlesingerNominado
Globos de Oro (1966)Mejor Actriz Principal – Drama – Julie ChristieNominada
Globos de Oro (1966)Mejor Película Extranjera (Samuel Goldwyn Award)Ganadora
BAFTA (1966)Mejor Film BritánicoNominado
BAFTA (1966)Mejor Actor Británico – Dirk BogardeGanador
BAFTA (1966)Mejor Actriz Británica – Julie ChristieGanadora
BAFTA (1966)Mejor Guion Británico – Frederic RaphaelGanador
BAFTA (1966)Mejor Fotografía (B/N) – Kenneth HigginsNominado
BAFTA (1966)Mejor Dirección Artística (B/N) – Ray SimmGanador
Círculo de Críticos de Nueva York (1965)Mejor PelículaGanadora
Círculo de Críticos de Nueva York (1965)Mejor Dirección – John SchlesingerGanador
Círculo de Críticos de Nueva York (1965)Mejor Actriz – Julie ChristieGanadora

Curiosidades

El vestuario que marcó época

El Oscar a Mejor Vestuario que ganó Julie Harris no fue un premio de trámite, fue el reconocimiento a un trabajo que se convirtió en referencia de moda dentro y fuera de la pantalla. Harris vistió a Diana Scott como lo que realmente era: la encarnación del Swinging London.

Vestido blanco que luce Julie Christie durante el anuncio

Los trajes de líneas limpias, los vestidos de cóctel modernos y el look minimalista de Christie crearon tendencia en boutiques londinenses, donde muchas jóvenes imitaban su estilo. El famoso conjunto blanco del anuncio que se ve en la película con el lema The Happiness Girl resumía a la perfección la ironía: un icono publicitario, bello y vacío, que se volvió imagen aspiracional de la época.

El impacto fue tal que revistas de moda británicas reseñaron la película como si fuera un desfile, y el corte de pelo de Christie, obra de Vidal Sassoon, se convirtió en otro símbolo inseparable de la nueva estética femenina. Si Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes había marcado los 60 en Estados Unidos con la elegancia parisina de Givenchy, Julie Christie lo hizo desde la frescura londinense de Harris.

En definitiva, el vestuario de Darling no solo le dio a Harris un Oscar merecidísimo, también ayudó a consolidar el mito de Christie como la “it girl” definitiva del cine británico, adelantándose a la moda real que pronto inundaría Carnaby Street y las portadas de Vogue.

Otras curiosidades

  • Julie Christie no estaba convencida de aceptar el papel de Diana, pero Schlesinger insistió en que era perfecto para ella. Tenía razón: el personaje la convirtió en estrella mundial.
  • El propio Schlesinger confesó que varios personajes estaban basados en figuras reales de la prensa, la moda y la publicidad de Londres.
  • La película incluyó escenas que rozaban lo explícito para los estándares de 1965, no en lo visual, si no en el lenguaje: referencias a una orgía, travestismo, y sexo oral. Parte de esta carga sexual fue “colada” entre los filtros de la censura británica y al llegar al mercado estadounidense y a otros mercados, se suavizó.

Enlaces de interés


Legado y por qué la recordamos

Julie Christie (Diana Scott) aparece bajo una lluvia torrencia junto a Dirk Bogarde

Darling es hoy una cápsula del tiempo: un retrato ácido del Swinging London que todavía resuena como advertencia sobre la fama y la superficialidad.

Fue la película que lanzó definitivamente a Julie Christie, abrió la puerta al cine británico de los 60 en Hollywood y confirmó a John Schlesinger como uno de los directores más prometedores de su generación. En The Film Nook Set la reivindicamos como un clásico olvidado que que merece la pena descubrir.

Diana Scott sigue siendo un personaje fascinante, espejo incómodo de una modernidad cruel, y el relato de Darling una alegoría de doble sentido para la fama: era “querida” como apodo afectuoso y “querida” como objeto de deseo.


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