Hay películas que no se ven: se habitan. Doctor Zhivago es una de ellas. David Lean cambia el calor abrasador y la aventura épica de Lawrence de Arabia por la nieve infinita y el romanticismo para arrastrarnos por una Rusia desgarrada entre la guerra y la revolución.
En medio, un poeta-médico interpretado por Omar Sharif y dos mujeres que marcarán su destino, su mujer y el amor de su vida en uno de los papeles más recordados de Julie Christie, Lara, que daba nombre a los poemas de Zhivago.
Nos adentramos en una de las historias de amor más recordadas del cine, con casi 200 minutos para desplegarse. El resultado fueron 10 nominaciones al Oscar y un Lean que nos regala una épica íntima cargada de paisajes con su sello y una mirada a la historia narrada de forma magistral. Abrimos el telón para hablar y entender toda su magnitud.
Ficha técnica de Doctor Zhivago

| Datos | Información |
|---|---|
| Género | Drama, romántica, histórica |
| Director | David Lean |
| Actores principales | Omar Sharif, Julie Christie, Geraldine Chaplin, Rod Steiger, Alec Guinness, Tom Courtenay |
| Compositor | Maurice Jarre |
| Guion | Robert Bolt, basado en la novela de Boris Pasternak |
| Año de estreno EE.UU | 1965 |
| Año de estreno en España y Latinoamérica | 1966 |
| Estudios/productora | Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), Carlo Ponti Production |
| Duración | 197 minutos |
| Presupuesto | Aproximadamente 15 millones USD |
| Recaudación mundial | Más de 110 millones USD |
Datos de producción
Tras una década dedicándose a epopeyas de aventuras como El puente sobre el río Kwai y Lawrence de Arabia, David Lean decidió que era hora de contar una gran historia de amor, y para ello eligió la polémica novela de Boris Pasternak, prohibida en la Unión Soviética. Confió el guion a Robert Bolt, con quien había trabajado ya en su epopeya sobre el desierto y tenía por delante un gran reto: destilar 700 páginas en un guion sin perder su esencia.
La novela se publicó por primera vez en Italia el 23 de noviembre de 1957, y no fue en la URSS porque alli estaba vetada, pero al año siguiente aparecieron ya las traducciones al francés y al inglés. Cuando finalmente se publicó en el resto de países se convirtió automáticamente en un best seller internacional: Como dato, en EE. UU. llegó a estar 26 semanas en lo alto de la lista del New York Times.
Pero aquí no acaba el recorrido de esta obra maestra. Boris Pasternak volcó mucho de su propia vida en Yuri Zhivago, y esa mirada crítica hacia la Revolución bolchevique, inspirada en sus propias vivencias, fue la causa principal de su censura en la URSS. Aun así, la novela le valió el Nobel de Literatura en 1958, premio que tuvo que rechazar por presiones soviéticas.

Con todo este precocinado, fue el productor Carlos Ponti quién se hizo con la opción y licencia para crear la película y para llevar a cabo esta empresa se puso en contacto con la MGM (Metro-Goldwyn-Mayer). Ponti pensó que si había un hombre capaz de dar vida a semejante epopeya ese era David Lean, así que se la ofreció directamente a él. Y por suerte el director, fan confeso de la novela que ya había leído, encontró en este proyecto el siguiente paso natural para su filmografía.
La publicación de Doctor Zhivago fue por tanto un auténtico terremoto político y cultural. Prohibida en la Unión Soviética, celebrada en Occidente y convertida en arma propagandística en plena Guerra Fría, llegando incluso la CIA a financiar una edición en ruso para que circulase clandestinamente por la URSS, la novela se erigió así en símbolo de libertad intelectual, y Hollywood se encargaría de transmitirlo al mundo.
Elección del reparto

Para el papel de Yuri Zhivago, se tanteó inicialmente al actor británico Peter O’Toole, e incluso a Paul Newman, pero ambos rechazaron el papel, fue entonces cuando Lean pensó en Omar Sharif, con el que ya había trabajado, a pesar de que tendría que “rusificar” su aspecto, muy diferente del típico eslavo.
El actor egipicio tuvo que alisarse el pelo, ponerse lentillas y estirarse la mirada con unas tiras adhesivas que llevaba para cambiar su aspecto, lo que le supuso fuertes dolores de cabeza entre toma y toma según explicó posteriormente en varias entrevistas.
La elección de Tonya, esposa de Zhivago, fue algo del azar: Geraldine Chaplin llamó la atención en unas fotos promocionales de una revista al director, y aunque al principio la vio demasiado joven, su frescura y dignidad la ganaron un screen test ya famoso que puedes ver a continuación:
Pero la joya del casting fue Julie Christie como Lara. Carlo Ponti pensó en Sophia Loren , su esposa, como un escaparate para despegar su carrera internacional, e incluso Claudia Cardinale fue una de las opciones, actriz que en 1963 destapó el mejor año de su carrera. Pero Lean rechazó a las dos, porque estaba buscando a una actriz con el magnetismo y belleza típicamente rusa. La encontró a los inicios de la producción, cuando vió a Julie en Billy el embustero (Billy Liar – 1963). Su fragilidad y su mirada eran ideales para Lara.

Pocos ojos han llenado e iluminado tanto una pantalla como el azul celeste de la mirada de Christie, era un arma que la actriz tenía y Lean supo aprovecharlo para Lara.
A su alrededor, un reparto de lujo: Rod Steiger como el ambiguo Komarovsky, Alec Guinness como Yevgraf, el medio hermano de Zhivago que busca a su sobrina, otro actor recuperado de Lawrence de Arabia, y Tom Courtenay como el revolucionario Pasha.

Dónde se rodó Doctor Zhivago
Moscú se construyó en Canillas (Madrid)

Encontrar las localizaciones fue otro viaje épico. Lean y su equipo recorrieron 10.000 millas buscando el alma de Rusia… y al final la encontraron en España.

En este barrio antes a las afueras de Madrid se construyó una réplica monumental de calles, plazas y fachadas inspiradas en la capital rusa, con tranvías, escaparates, farolas y carteles históricos. El set era tan extenso que medía más de kilómetro y medio de largo, convirtiéndose en una de las recreaciones urbanas más ambiciosas hechas en Europa en los 60.
Allí se rodaron la llegada de Yuri a Moscú, las manifestaciones o patrullas bolcheviques con nieve artificial hecha de mármol triturado.
También la estación de tren de Delicias, que ahora es el museo del ferrocarril, sirvió para la entrada de Tonya en su regreso en tren a Moscú, donde la esperan sus padres y Yuri tras volver como una rica parisina de un viaje a la ciudad de las luces.

La famosa escena del palacio de Varýkino se rodó en un decorado construido explícitamente en la capital, la imagen de los protagonistas caminando por un salón helado, con sus pasos amortiguados por la nieve, pudo hacerse gracias a una mezcla de sal, polvo de mármol, parafina y cera, aplicada sobre muebles, cortinas y suelos.
Estepas y paisajes nevados en Soria

Los viajes en trineo de Yuri y Lara, y la huida a Varýkino necesitaban de bastos paisajes que se encontraron en Soria (Castilla y León), y a pesar de que en invierno es un sitio frío, la nieve natural no siempre estaba disponible, así que se usó una mezcla de sal, mármol molido y espuma artificial para recrear la espectacular estepa siberiana.
Otras localizaciones de Soria fueron los pueblos de Candilichera, Navaleno, y ya en Salamanca encontramos la enorme presa de Aldeadávila, donde ocurre la escena clave inicial y final, con la supuesta hija de Yuri y Lara, hablando con su tío interpretado por Alec Guinness.

Aunque algunas escenas exteriores tuvieron que grabarse en Finlandia y Canadá, casi la totalidad de la película se grabó en España. La producción movilizó a centenares de técnicos, artesanos y figurantes en una película que no parecía tener límite de presupuesto.
Contexto histórico de Doctor Zhivago
Para entender mejor el viaje en el que acompañaremos a Yuri y Lara, es necesario entender el contexto histórico que nos narra la historia, para no perdernos entre bandos, guerras y sublevaciones.

La película arranca en un presente narrativo situado décadas después de los hechos principales: la Unión Soviética ya es un Estado comunista consolidado, bajo un régimen férreo y burocrático. El general Yevgraf Zhivago (Alec Guinness) busca a una joven que podría ser su sobrina, y su investigación sirve como marco para rememorar el pasado.
Ese pasado comienza en la Rusia del zar Nicolás II, un imperio que todavía conserva una estructura feudal: nobles y terratenientes controlan la tierra, y el campesinado vive en condiciones duras.
En 1914, el país entra en la Primera Guerra Mundial, aliado con Francia y Reino Unido contra Alemania y Austria-Hungría. Esta decisión, aplaudida por muchos nacionalistas, es vista con recelo por otros personajes como por ejemplo, Pasha (Tom Courtenay), joven idealista y futuro revolucionario, que veía el conflicto como una oportunidad para un cambio radical, pero su visión terminará siendo tan rígida como el régimen que combate.

Las secuencias del hospital de campaña, donde Zhivago (Omar Sharif) y Lara (Julie Christie) trabajan juntos, muestran la crudeza del frente: soldados malheridos, recursos escasos y un país desgastado.

En 1917, la Revolución de Febrero derriba al zar. Poco después, la Revolución de Octubre, liderada por los bolcheviques de Lenin, toma el poder. Lo que podemos ver en la película cuando la aristocracia pierde sus propiedades, las mansiones son confiscadas y las ciudades se llenan de consignas revolucionarias. Tonya (Geraldine Chaplin), esposa de Zhivago y de familia acomodada, representa a esa clase alta que intenta adaptarse, pero que siempre será vista recelo por el nuevo régimen.
Tras la revolución, Rusia se sumerge en la Guerra Civil (1917-1923). El país se divide entre el Ejército Rojo (bolcheviques) y el Ejército Blanco (monárquicos, liberales y otros grupos anti-bolcheviques). Algo que podemos ver en las escenas de atestados, desplazamientos forzosos y la amenaza constante de guerrillas y ejecuciones.
Todo en Doctor Zhivago es un telón de fondo épico para equilibrar la historia íntima de unos personajes, en la que nos adentramos acompañados por una fotografía deslumbrante, y una banda sonora memorable de Maurice Jarre.
Sinopsis: argumento
En la Rusia de principios del siglo XX, Yuri Zhivago, médico y poeta, vive dividido entre dos amores: su devota esposa Tonya y la enigmática Lara, mujer marcada por un turbio pasado que es reflejo de los tiempos que se viven. Mientras la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa transforman el país, el destino de Yuri se enreda con el de Lara en un viaje de pasión, pérdida y supervivencia.
Entre hospitales de campaña, ciudades en ruinas y paisajes congelados, Zhivago buscará su lugar en un mundo que parece desmoronarse. El amor, la lealtad y la libertad se pondrán a prueba en una historia que no es solo de dos personas, sino de toda una nación en transformación.
Crítica y análisis de Doctor Zhivago

Pocos directores dominan la épica como David Lean, y Doctor Zhivago es prueba de ello. Con su estilo marcado de historias que pasan en vastos paisajes, coreografías de miles de extras, además incluye una mirada íntima a uno de los romances más recordados de la historia del cine.
Visualmente, la película es un prodigio, y para ello hay que dar gracias a la fotografía de Freddie Young, porque el blanco puro de la nieve inundado calles y horizontes es aquí tan importante como el contraste de los rojos encendidos de las banderas revolucionarias.
El diseño de producción de la película sobresale gracias a una confluencia de talentos casi irrepetibles y al trabajo de John Box, que fue quien imaginó y creó los escenarios físicos donde se desarrollaba la historia, desde el Moscú reconstruido a los paisajes de Soria que representan la estepa rusa, y gracias a ello tenemos planos con encuadres eternos donde Lean maneja la escala de manera magistral.
El guión, algo más simple que la novela, consigue elevar la historia del triángulo protagonista mientras nos cuenta con gran facilidad el complejo contexto que rodeaba a la Unión Soviética a principios del siglo XX.
Además, Doctor Zhivago, tiene para rematar, una de esas bandas sonoras que se quedan grabadas para siempre, el compositor Maurice Jarre sabe cuándo ser intimista, como con el “Tema de Lara”, dar color a la vida aristocrática rusa con “Interior Student Café” o adentrarnos en la revolución con el tema principal.
En cuanto a interpretaciones, Omar Sharif crea a un Yuri tremendamente humano en uno de sus mejores trabajos, mientras Julie Christie se come la pantalla dándonos una Lara como seguramente no podría haberlo hecho nadie, frágil, peligrosa y adorable. Geraldine Chaplin como Tonya, y sobre todo Rod Steiger (Komarovsky) y Alec Guinness brillan como secundarios.

El ritmo, pausado, exige paciencia, pero Lean no tiene prisa en construir el mundo que nos va a presentar ni en dejar que los sentimientos maduren. Aunque hoy pueda costar más el ejercicio, el resultado sin duda merecerá la pena, uno de los grandes clásicos del cine que se mantiene perfectamente intacto, y que sigue envolviendo al espectador como la nieve de Varykino: silenciosa, implacable y hermosa.
Recepción crítica en su época


En su estreno, Doctor Zhivago dividió a la crítica. Algunos alabaron la majestuosidad de la puesta en escena y su belleza visual, mientras otros la consideraron excesivamente sentimental y lenta. The New York Times elogió su “poesía visual”, mientras que la revista Time la calificó de “un álbum de postales bellísimas”.
En Europa y Latinoamérica, la recepción fue más cálida. En España, su estreno en 1966 coincidió con un momento de apertura cultural y fue vista como un espectáculo cinematográfico sin precedentes. Con el tiempo, incluso los críticos más escépticos reconocieron su lugar como una de las grandes obras del cine romántico-épico.
Recepción del público y taquilla
El público la convirtió en un fenómeno. Con un presupuesto de unos 15 millones de dólares, recaudó más de 110 millones en su estreno. Si ajustamos esas cifras a la inflación actual, sigue siendo una de las películas más taquilleras de la historia.
En Estados Unidos estuvo más de un año en cartelera, algo que era habitual en la época, e impensable hoy en día. Y en países como España, México y Argentina fue un auténtico evento social. Las colas para verla eran kilométricas, y el “Tema de Lara” sonaba en radios y orquestas de salón.
La censura soviética la prohibió, pero su fama cruzó fronteras clandestinamente gracias a la novela original. Décadas después, las reposiciones en televisión y el formato doméstico la consolidaron como clásico imprescindible, tanto para los amantes del cine romántico como el histórico.
Curiosidades
Influencia en películas posteriores

Pocas películas han dejado una marca tan reconocible en el cine romántico como Doctor Zhivago. Su fórmula de romance épico enmarcado por un acontecimiento histórico monumental ha sido imitada —y reverenciada— por generaciones de cineastas.
El ejemplo más célebre lo ha dado James Cameron, quien ha reconocido abiertamente que su Titanic (1997) tomó como referencia la estructura narrativa de Doctor Zhivago: una gran historia de amor ficticia que sirve de hilo conductor para narrar un suceso histórico real, en este caso, el hundimiento del transatlántico en 1912. Cameron, que vio la película de David Lean siendo niño en los sesenta, quedó fascinado no solo por el romance entre Yuri y Lara, sino por la forma en que Lean lo entrelazó con la magnitud de la Revolución Rusa.



La influencia de la película no se quedó ahí. Historias como El paciente inglés (1996), Memorias de África (África mía – 1985) o incluso Cold Mountain (2003) heredan ese equilibrio entre romance íntimo y contexto bélico, donde la pasión se ve constantemente amenazada por la Historia con mayúscula. Todas comparten con Doctor Zhivago esa mezcla de imágenes majestuosas, música inolvidable y un amor que parece predestinado… pero condenado.
Incluso en cine más reciente, como Australia (2008) de Baz Luhrmann, se percibe el eco de Lean: protagonistas atrapados en un torbellino político o militar, con la cámara y la banda sonora aliadas para que cada encuentro o despedida se sienta como el fin del mundo.
En definitiva, Doctor Zhivago no solo fue un éxito monumental en su época, sino que ha seguido dictando las reglas de cómo contar una historia de amor que sobrevivan —aunque sea solo en la memoria— a cualquier guerra, naufragio o revolución.
La mayor aportación del franquismo al cine

Durante el rodaje de Doctor Zhivago en España, David Lean contó con la colaboración del régimen franquista para escenas de acción y masas. Según informan los archivos, muchos de los extras que aparecen como soldados en las secuencias elaboradas —con tropas enfrentándose, agitaciones públicas y despliegues revolucionarios— eran militares reales del ejército español, facilitados a bajo coste por el gobierno de Francisco Franco.
Geraldine Chaplin cuenta en una entrevista uno de los momentos del rodaje más curioso cuando en el barrio de Canillas (Madrid) los extras empezaron a cantar La Internacional, el himno marxista, como parte de una toma. El sonido llegó a convocar a la Policía Armada franquista, que acudió con las armas desenfundadas, lista para intervenir. Solo una explicación calmada de parte del equipo, incluido David Lean, logró disolver la tensión.
En algunos medios se ha dicho que esta fue, sin quererlo, la mayor aportación del franquismo a la historia, incluso a la del cine. Y puede que no les falte razón
Lara’s theme

“Lara’s Theme”, el leitmotivs que Maurice Jarre escribió para el personaje de Julie Christie se convirtió en uno de los más versionados del cine. Se estima que existen cerca de 280 versiones de este tema de la película.
Puedes escucharlo en la banda sonora de Doctor Zhivago.
De la versión instrumental salió una canción con letra que llegó a tener una gran popularidad: “Somewhere, My Love”, interpretada por los Ray Conniff Singers, cuya versión alcanzó el nº 9 en la lista Billboard Hot 100 (1966) e incluso nº 1 en la categoría Easy Listening.
Decisión narrativa

David Lean ya había demostrado en Lawrence de Arabia que podía coreografiar batallas masivas con miles de extras y una precisión visual impresionante. Sin embargo, en Doctor Zhivago tomó una decisión creativa distinta: no mostrar combates directos.
Prefirió que la violencia se filtrara a través de las consecuencias que provocaba la guerra, pueblos arrasados, soldados exhaustos, heridos en hospitales, un enfoque que reforzaba el tono poético y melancólico de la historia.
Enlaces de interés
- Homenaje corto de TCM. Ver en YouTube
- Doctor Zhivago behind the camera with David Lean (12:40): Ver en YouTube
- Doctor Zhivago making off (1:00:27): Ver en YouTube
- Rodaje y localizaciones con detalle de la Película: Leer en RTVE
Premios y nominaciones
Premios Oscar (1966)
| Categoría | Resultado |
|---|---|
| Mejor Película | Nominada |
| Mejor Dirección (David Lean) | Nominada |
| Mejor Actor de Reparto (Tom Courtenay) | Nominada |
| Mejor Guion Adaptado (Robert Bolt) | Ganador |
| Mejor Montaje (Norman Savage) | Nominada |
| Mejor Fotografía (Color) (Freddie Young) | Ganador |
| Mejor Banda Sonora (Maurice Jarre) | Ganador |
| Mejor Dirección Artística (Color) (John Box, Terence Marsh, Dario Simoni) | Ganador |
| Mejor Vestuario (Color) (Phyllis Dalton) | Ganador |
| Mejor Sonido (A.W. Watkins, Franklin Milton) | Nominada |
Otros premios
| Organismo (año) | Categoría | Resultado |
|---|---|---|
| Globos de Oro (1966) | Mejor Película – Drama | Ganador |
| Globos de Oro (1966) | Mejor Dirección (David Lean) | Ganador |
| Globos de Oro (1966) | Mejor Actor Principal – Drama (Omar Sharif) | Ganador |
| Globos de Oro (1966) | Nueva Promesa Femenina (Geraldine Chaplin) | Nominada |
| Globos de Oro (1966) | Mejor Guion (Robert Bolt) | Ganador |
| Globos de Oro (1966) | Mejor Banda Sonora Original (Maurice Jarre) | Ganador |
| BAFTA (1967) | Mejor Película | Nominada |
| BAFTA (1967) | Mejor Actor Británico (Ralph Richardson) | Nominado |
| BAFTA (1967) | Mejor Actriz Británica (Julie Christie) | Nominada |
| Festival de Cannes (1966) | Palma de Oro: Mejor Película | Nominada |
| Círculo de Críticos de Nueva York (1965) | Mejor Dirección (David Lean) | Nominada |
| National Board of Review (1965) | Mejores 10 Películas del Año | Nominada |
| National Board of Review (1965) | Mejor Actriz (Julie Christie) | Ganadora |
Por qué recordamos Doctor Zhivago y su legado

Doctor Zhivago influyó en la forma de abordar el romance histórico en el cine. Su mezcla de intimidad y épica ha inspirado títulos como El paciente inglés, Cold Mountain o Titanic. El uso del paisaje como personaje, es una marca registrada del gran director David Lean, que nos envuelve en una narración maravillosa..
Además, consolidó a Omar Sharif y Julie Christie como iconos de los años 60 y elevó a Maurice Jarre al Olimpo de los compositores cinematográficos. Tras décadas de su estreno, sigue siendo referencia obligada en cualquier lista de las mejores películas del siglo XX.









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